Una habitación oscura parece más pequeña. Además, la falta de luz hace que incluso los detalles en tonos vivos resulten apagados y tristes. Aunque no tengas un ventanal de suelo a techo, existen trucos para lograr que
- Pinta el techo y al menos tres paredes en color blanco: reflejan la luz natural y la multiplican.
- Viste la ventana con una cortina o un estor blanco. La idea es que maticen la luminosidad, no que la corten el paso.
- Si el suelo es oscuro, busca alfombras claras que lo iluminen. Si tienen textura (lana, pelo largo, fibras…), lograrás que el ambiente, además de luminoso, resulte acogedor y cálido.
Interiorismo y cabecero, de Rocío Olmo.